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martes, 2 de abril de 2013

Entrevista: Guillermo Ortega

“Desde el momento que tengo la historia, pienso sobre ella" 


AURORA SALVO AMORES- Guillermo Ortega Sierra, a pesar de ser más conocido como Paco de “Aquí no hay quien viva”, es un actor con una carrera extensa a la par que interesante. Licenciado por la Real Escuela Superior de Arte Dramático, este madrileño a sus 41 años, sigue trabajando constantemente en lo que más le gusta: televisión, cine y teatro. Tras su paso por "La que se avecina", está pendiente de nuevos proyectos en los que seguro le veremos muy pronto. Guillermo nos recibió inmerso en sus anotaciones, en una cafetería muy conocida de la capital. Desde el inicio de la conversación, demostró sus dotes para hablar en público, mostrándose cercano y elocuente dejando que le conociéramos un poco mejor. 

P: ¿Le parecieron duros sus inicios?
R: Empecé mi carrera profesional en el año 91 haciendo un papel en una película. Ese mismo verano, empecé con una función de teatro. Siempre es complicado, porque es una profesión donde hay mucha gente, no hay demasiado trabajo y además, al principio sobre todo, no está demasiado abierta al público. No es una profesión en la que todo el mundo sepa muy bien cómo acceder y entonces sí que lo recuerdo un poco complicado, pero también mucha ilusión. La ilusión es básica.
P: De los personajes que ha interpretado hasta este momento ¿cuál es el que más le ha marcado?
R: No sé, varios. El que más me gustó fue uno que hice en una función de teatro, que se llamaba “El canto del cisne”, era un personaje muy humilde. La obra, por si no la conocéis, habla de un actor que se acaba de retirar y se queda encerrado en un teatro justo la noche en que se retira. Todo el mundo le ha dado un homenaje, pero se han olvidado de él, se han ido todos a festejarlo y le han dejado olvidado. Se encuentra con un apuntador y va recordando toda su trayectoria vital y ese personaje fue el que más me marcó. El actor recuerda toda su trayectoria vital, cómo tiene que renunciar a cosas, cómo se tiene que enfrentar a su familia por ser actor, cómo tiene que renunciar a una mujer de la cual estaba enamorado, porque le pide la mujer que deje las tablas. El personaje que yo hacía no era el actor, sino el humilde apuntador que está ahí, que tiene una gran admiración por ese actor y que poco a poco para animarle y sacarle de ese estado de depresión va pidiéndole, pero… ¿se acuerda usted cuando interpretaba a Shakespeare? Estaba casi muerto y enterrado y poco a poco va renaciendo de sus cenizas.
P: ¿Con qué realizadores y actores le gustarí­a trabajar?
R: Con muchos. Españoles con Almodóvar, Amenábar, Fernando León...
P: La popularidad le vino con su personaje de Paco en “Aquí no hay quien viva”, ¿cree que los espectadores le han encasillado?
Sí, hasta que no me vean en otra cosa. Los pobres espectadores no tienen la culpa. Al principio sí me molestaba, pero ahora me da un poco igual.
P: En 2004 consiguió el premio a Mejor Actor de Reparto por este papel, ¿cómo recuerda aquel momento?
R: Fue agradable, pero como había hablado ya con otros compañeros, los premios sólo importan al que se los da. Es agradable, es bonito, pero tampoco significa mucho. Estás agradecido, porque te lo han dado tus compañeros, pero vamos más allá…Es un momento, es esa noche, te lo dan y tan contento, pero al día siguiente todo sigue igual.
P: Muchos de los actores de “Aquí no hay quien viva” pasaron a “La que se avecina”, ¿qué supuso para usted este cambio?
R: Fue una sorpresa, porque todo fue muy repentino. Fue un cambio, un reto para ver qué podía hacer, cómo podía reinventarme para trabajar con la misma gente e intentar hacer otro personaje. Eso es lo que más me importaba, conseguir hacer otro personaje distinto. Me costó cambiar de personaje, porque llevaba tres años haciendo un personaje y me gustó mucho, porque quería hacer otro, lo cogí con ganas.

P: ¿Cómo lleva el peso de la fama?
R: Con la fama he pasado por tres estados. Al principio, me hacía ilusión. Enseguida se convierte en algo muy pesado, difícil de entender si no te pasa. Eres famoso todo el tiempo, las 24 horas, independientemente de donde vayas, qué es lo que te pase, cómo vayas vestido o si tienes una discusión en la calle con tu pareja. Da igual. Todo el mundo te va a mirar, todo el mundo va a estar atento a lo que tú hagas o digas, al momento que entres en un sitio. Luego ya llega un momento en que te acostumbras y ni te molesta ni te agrada, lo llevas, porque estás acostumbrado y sabes lidiar.
P: ¿Cómo se prepara los personajes?
R: Un poco de todo. Desde el momento que yo tengo la historia,  lo leo, pienso sobre ello, salgo a la calle, miro a la gente, pienso cómo anda… sobre todo me centro en qué es lo que necesita o quiere el personaje. Esto continuamente, lo importante no es lo que respondas sino hacerte las preguntas.
P: Participa en los capítulos finales de la temporada de Tierra de Lobos, ¿nos podría adelantar algo sobre su personaje?
R: Hice tres capítulos. Era hermano de Elisa Matilla (Lola). Un hermano un poco bala perdida, gorrón, sin recursos, que se le aparece tres capítulos. Estaba bien, porque era una atmosfera diferente, casi de westerns y me retrotraía a mi infancia. Yo me eduqué viendo muchos westerns en la tele y era fantástico ese mundo. No tengo ni idea de cuando la van a estrenar.
P: ¿Con qué personaje se ha divertido más interpretándolo?
R: No lo sé, supongo que con los primeros es cuando más te diviertes, porque controlas menos. Como tienes menos experiencia, te entregas mucho al juego, te juzgas menos. Supongo que en el que hacía de loco era muy divertido, porque tenía una enfermedad sexual muy fuerte y era muy divertido de hacer, porque era muy rico, cabían muchas cosas.
P: Hemos leído en una entrevista que se rió mucho viendo la serie “Little Britain”, ¿le gustaría interpretar un personaje en una hipotética versión española?
R: Sí, me encantaría, pero con esa acidez de “Little Britain”. Con ese descaro, falta de corrección política. Todo son situaciones disparatas y me gusta mucho: el amigo que se quiere liar con la abuela, el que tiene un castillo en Escocia, el que está en silla de ruedas, pero no es discapacitado… Es un humor muy cruel, pero muy divertido.
P: ¿Cómo es Guillermo fuera de cámara?
R: Estas preguntas si tratas de responderlas con sinceridad son bastante complicadas, por eso dudo. No sé cómo soy. Te podría decir que soy una persona sensible, irónica, introvertida, intelectual, con arranques de mal genio e indignada. Mi peor defecto es la impuntualidad. Mi defecto más desagradable para los demás.
P: ¿Cómo le cambió la vida ser padre?
En todos los niveles. Es la mejor experiencia. Surge en ti un amor que no sabes muy bien de donde viene que te invade, y tu vida cambia, tu perspectiva de la vida cambia totalmente, es impresionante. Empiezas a entender a tus padres, con lo cual sacas muchas cosas de tu infancia que estaban ahí… Puedes tener muchas dudas respecto a tu infancia e incluso cosas que no te acordabas de ellas, pero que están ahí latentes. Y de repente cuando tú eres padre… es precioso, es sanador, es una experiencia increíble. También digo, no es para todo el mundo. Ahora, a quien le apetece es una gran experiencia.
P: ¿Cree que es fácil compaginar la vida profesional con la personal?
R: Es inestable. A veces un poco complicado, porque es muy imprevisible. Poder hacer planes a largo plazo es un poco complicado, en cualquier momento te puede cambiar todo… Es muy enriquecedor, porque es difícil aburrirte, pero puede ser un poco complicado, porque no puedes hacer planes.
P: Si no hubiera sido actor, ¿a qué cree que se hubiese dedicado?
R: Yo creo que me hubiera dedicado a escribir. Sé a lo que no me hubiera dedicado, no hubiera podido trabajar en una oficina, igual hubiera tenido un trabajo con el público, no sé en algún sitio…
P: Siendo actor, ¿cómo cree que está afectando la subida del IVA en el sector cultural?
R: Se nota mucho para todos. El problema no es tanto el actor, el actor es un empleado más. Para el productor que es el que realmente le afecta en primera mano el IVA es destructivo, porque él ya está con unos márgenes muy apurados, imagínate para montar una función. La subida de 10 puntos de IVA puede suponer el empleo de una persona. Y al actor le toca que se hacen menos producciones o con mucha menos gente, con lo cual hay menos trabajo.
P: ¿Cuál cree que va a ser el futuro de la cultura?
Los que gobiernan 4 euros les parece una cantidad ridícula, pero al 70% de la población española que gana 1000 euros o menos, 4 euros es una barbaridad. Si en vez de costarte 15 euros la entrada te cuesta 10, si tienes que llevar a 4-5 personas… A mí me pasaba de pequeño, nosotros éramos cinco hermanos y mis padres nos llevaban al teatro, podían llevarnos solamente a teatros públicos que eran más baratos y llevándonos muy arriba, al gallinero, porque eran las entradas más baratas. Yo sé que esto hay mucha gente que le suena muy raro, pero hay un intento de domesticar la cultura por parte de determinados sectores para acallar la cultura. Hay mucha gente que se lo curra y no recibe el resultado esperado. Es una de las grandes mentiras instaladas, yo creo que es un poco el desengaño de nuestra generación, y de la vuestra también, si tú estudias, si tú te lo curras, si tú cumples con estudios y te esfuerzas conseguirás los resultados y no es verdad, no siempre es verdad. Hay muchas otras veces que nos es verdad, muchas veces la falta de apoyo económico, de medios de oportunidades es determinante. Esa es mi opinión claro, debemos labrar un sistema en el que se dé el mayor número de oportunidades a la mayor gente posible y eso solo se puede conseguir repartiendo las oportunidades, esta historia tan bonita norteamericana, capitalista, yo con mi esfuerzo…Pues no, yo conozco a muchos actores que son geniales y absolutamente anónimos
P: ¿Qué proyectos a corto plazo tiene que pueda contar?
R: Es que como no me gusta hablar de nada hasta que lo tengo firmado… Voy a hacer una cosa, un pequeño corto, uno pequeñito, muy cortito que he escrito yo y lo voy a dirigir. Y tengo en mente hacer una cosa en teatro, pero no te puedo hablar todavía.

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